Trump ordena mano dura contra tráfico de armas hacia México

La administración de Donald Trump está intensificando su política de “mano dura” en la frontera con México, pero esta vez no solo se trata de migración: el foco está en el tráfico de armas que, desde suelo estadounidense, termina alimentando la violencia de los cárteles en territorio mexicano.

Durante una conferencia de prensa en Arizona, autoridades federales dejaron claro que no piensan aflojar el paso: nuevas medidas de vigilancia, más presencia en los cruces fronterizos y sanciones más severas para quienes participen en esta red criminal que nutre a organizaciones delictivas en ambos países.

 ¿Qué está pasando?

El agente especial Brendan Iber, de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), fue tajante: «la instrucción de la administración Trump es aplicar mano dura a quienes trafiquen armas hacia México». Estas declaraciones se dan como parte de la ejecución de la orden ejecutiva 14157, firmada por Trump en enero de este año, que designa a varios cárteles como organizaciones terroristas extranjeras.

Esto cambia las reglas del juego, ya que permite aplicar cargos mucho más duros a los involucrados en actividades como el tráfico de armas, drogas, personas o lavado de dinero.

 

 Cárteles designados como grupos terroristas

Entre las organizaciones señaladas como «terroristas» por el gobierno de Trump se encuentran:

  • Cártel de Sinaloa
  • Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)
  • Mara Salvatrucha (MS-13)
  • Tren de Aragua

Con esta designación, cualquier ciudadano o residente que colabore con estos grupos podría enfrentar cargos similares a los que se aplican contra grupos extremistas internacionales.

 Más vigilancia, más operativos

Guadalupe Ramírez, directora de Operaciones de Campo de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), explicó que utilizarán todas las herramientas disponibles para impedir que las armas crucen hacia el sur y lleguen a manos de grupos criminales.

“El tráfico de armas ya no es solo un problema de seguridad fronteriza, es un riesgo para la seguridad nacional e internacional”, recalcó. De hecho, estas acciones ya han permitido detener a criminales buscados, frustrar intentos de secuestro de menores, impedir el robo de vehículos e interceptar sustancias ilegales.

Armas que cruzan y violencia que regresa

El agente Ray Rede, de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), explicó que muchas de las armas que terminan en manos de los cárteles son robadas o compradas a través de testaferros en Estados Unidos.

“El crimen no se queda de un solo lado del muro”, dijo, y remarcó que el flujo ilegal de armas alimenta la violencia tanto en México como en territorio estadounidense.

 ¿Y ahora qué sigue?

Las agencias estadounidenses planean incrementar los operativos conjuntos, mejorar el intercambio de inteligencia y reforzar los controles de salida en la frontera (algo que usualmente tiene menos atención que los controles de entrada).

Se espera que en los próximos meses haya más arrestos de intermediarios en tiendas de armas, decomisos en garitas y posibles acciones diplomáticas que involucren al gobierno mexicano.

 

 

 

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