Putin y Xi refuerzan su alianza en el Kremlin ante la creciente tensión geopolítica

Por Juan Pablo Ojeda

 

Durante una reunión de siete horas en el Kremlin, los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping, reafirmaron su sólida alianza, que calificaron como un «factor estabilizador» en un mundo caracterizado por la incertidumbre geopolítica. Ambos líderes subrayaron que su relación no está dirigida contra ningún país, una declaración que llega en un contexto internacional de tensiones crecientes, especialmente con Estados Unidos y sus aliados.

La visita de Xi a Rusia, que coincidió con el 80 aniversario de la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, mostró un acercamiento aún más estrecho entre Moscú y Pekín, a pesar de los esfuerzos previos del expresidente estadounidense Donald Trump por generar divisiones. Los dos mandatarios se comprometieron a trabajar por una nueva arquitectura internacional que refleje la realidad del siglo XXI, en lugar de la mentalidad de bloques propia de la Guerra Fría. También se pronunciaron contra la rehabilitación del nazismo y la expansión de la OTAN, que consideran una amenaza para la paz global.

Frente a la «doble contención» de Occidente

Putin y Xi también aprobaron dos declaraciones políticas que subrayan las crecientes tensiones entre el bloque Moscú-Pekín y el eje Washington-Bruselas. En el texto, ambos países prometen contrarrestar firmemente la política de «doble contención» de Estados Unidos hacia Rusia y China, haciendo un llamado a la cooperación bilateral para contrarrestar las amenazas que perciben de Occidente.

El sistema de misiles antimisiles «Cúpula de Hierro» de Israel y las políticas de expansión de la OTAN en Asia-Pacífico fueron objeto de crítica por parte de los dos líderes, que consideraron estas medidas como potenciales desencadenantes de una carrera armamentista en la región. En particular, mostraron su preocupación por los planes de Estados Unidos y el Reino Unido de establecer infraestructuras militares en Australia bajo el acuerdo AUKUS.

Ambos países también expresaron sus temores sobre la expansión de misiles nucleares de corto y medio alcance por parte de potencias nucleares, especialmente Estados Unidos, y cómo estas acciones afectan los intereses fundamentales de Rusia y China.

Economía global y barreras comerciales

En otro frente, Rusia y China lanzaron duras críticas contra las políticas comerciales de Estados Unidos, especialmente bajo la administración Trump, al denunciar los aranceles comerciales «injustos» y las medidas proteccionistas que, según ellos, están minando la estabilidad global. Ambos países instaron a eliminar las barreras comerciales y sanciones unilaterales, advirtiendo que estas medidas no solo afectan a la economía mundial, sino que también tienen consecuencias negativas sobre la seguridad alimentaria y energética.

Además, Rusia y China se comprometieron a profundizar su cooperación económica mediante la firma de un acuerdo de fomento y protección de inversiones por valor de 200,000 millones de dólares. Putin destacó que este acuerdo podría elevar el total de inversiones conjuntas a un billón de dólares, consolidando aún más los lazos comerciales entre ambos países. En el campo energético, Gazprom, la gigante energética rusa, se comprometió a satisfacer las crecientes necesidades de gas natural de China, incluso por encima de los límites contractuales previos.

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