Por Bruno Cortés
A menos de un mes de que votes para elegir a jueces y magistrados —sí, aunque no tengas idea de quiénes son ni qué hacen exactamente—, el Instituto Nacional Electoral (INE) ya lleva impreso más del 90% de las boletas. Y no solo eso, también las está repartiendo por todo el país para que estén listas el día de la elección.
Carla Humphrey, consejera del INE, contó que el instituto anda trabajando a marchas forzadas: hasta cuatro sesiones del Consejo General a la semana. Y lo están haciendo no solo para que todo esté en orden, sino para asegurarse de que ninguna persona violenta o con cuentas pendientes con la justicia termine siendo juez o magistrado. Porque sí, así como en las elecciones normales, aquí también se cuelan perfiles que no deberían estar.
Por eso acaban de aprobar una regla llamada “8 de 8 contra la violencia”, que básicamente dice que ningún aspirante que haya cometido violencia familiar, acoso, abuso o tenga antecedentes graves puede ocupar un cargo. Pero además la reforzaron: ya no es 8, ahora es “8 más 10”, porque le agregaron más causales como estar prófugo o tener una sentencia que les quite los derechos políticos.
Pero, como suele pasar cuando se trata de defender derechos de las mujeres, esta medida ya fue impugnada por el Senado. Sí, el propio Senado que dice apoyar la igualdad de género. Carla Humphrey no se anduvo con rodeos: si el tribunal le da la razón al Senado, será una pésima noticia para las mujeres de México.
Y mientras eso se resuelve, el INE también está haciendo otras cosas que no siempre se ven. Por ejemplo, está vigilando que ningún dinero sucio entre a las campañas, ni del crimen organizado ni de fuentes ilegales. Para eso, están obligando a cada candidato a presentar sus cuentas bancarias, su CURP, su RFC, sus declaraciones patrimoniales y todo lo que permita verificar que hay congruencia entre lo que dicen y lo que tienen.
Y ojo, también están echándole un ojo a las redes sociales y a la publicidad en la calle. La propaganda está limitada: solo papel biodegradable y lo que se publique en redes o en foros de debate. Nada de espectaculares carísimos o campañas disfrazadas.
Lo que sí reconoció Humphrey es que esta elección es complicada. Porque, seamos sinceros, ¿quién sabe realmente qué hace una jueza o un ministro de la Suprema Corte? Por eso, el INE está usando todos los medios posibles para explicarlo. Porque si vas a elegir a alguien que va a decidir sobre derechos, justicia o incluso libertades individuales, más vale saber por qué y para qué estás votando.
Así que si alguien te dice que esta elección no importa o que ni entiendes por qué hay que votar, ya tienes con qué responderle: sí importa, y mucho. Y si todavía no entiendes del todo, pregúntale al INE… porque ahora sí se están poniendo las pilas.