Por Juan Pablo Ojeda
Un solo gol, pero en el partido más importante del fútbol argentino, terminó siendo suficiente para cambiar el rumbo en Boca Juniors. La derrota 1-0 frente a River Plate en las Semifinales de la Copa de la Liga Profesional fue el punto final del ciclo de Fernando Gago como entrenador xeneize.
Pese a que Boca se encontraba en la cima de la Liga local, la caída en el Superclásico fue un golpe demasiado fuerte. La presión no venía solo desde la tribuna, sino también desde los pasillos de la Bombonera, donde la exigencia de resultados en partidos clave pesa más que cualquier tabla de posiciones.
El encargado de dar la noticia fue Mauricio ‘Chicho’ Serna, miembro del Consejo de Fútbol del club, quien confirmó este martes que Gago ya no seguirá al frente del equipo. “Hasta aquí ha llegado Gago. Estamos para tomar decisiones y ayer hasta altas horas de la noche hemos encontrado la manera para que no sea más nuestro entrenador”, declaró ante los medios.
Aunque agradecieron el trabajo del técnico, el balance final no terminó de convencer a la directiva. En 29 partidos oficiales, Gago sumó 17 victorias, cinco empates y ocho derrotas. Números sólidos en lo general, pero que flaquearon en los momentos decisivos: derrotas en la Copa Libertadores y caídas ante River que terminaron pesando más que el resto.
La dirigencia ya se encuentra en la búsqueda de un nuevo entrenador, consciente de que Boca no puede perder el ritmo competitivo ni el apoyo de una afición que exige títulos y protagonismo en cada torneo.
El ciclo de Gago cierra con sensaciones mixtas: una buena gestión local, pero sin los resultados necesarios en el plano internacional ni en los partidos de alto voltaje. En Boca, eso casi siempre termina igual: cambio de timón y a empezar de nuevo.