Elon Musk, el visionario detrás de SpaceX, enfrenta un nuevo desafío tras la explosión del cohete Starship durante su octavo vuelo de prueba el 6 de marzo de 2025. Este incidente, el segundo en menos de dos meses, ha puesto en duda la seguridad del proyecto y podría traer consecuencias legales y regulatorias significativas para la compañía.
¿Qué ocurrió con el Starship?
El lanzamiento tuvo lugar en las instalaciones de SpaceX en Boca Chica, Texas, conocidas como Starbase. Aunque el despegue inicial fue exitoso, con los 33 motores Raptor funcionando correctamente, la etapa superior del cohete perdió el control nueve minutos después del despegue. Esto resultó en una «desintegración no programada rápida», según SpaceX, esparciendo escombros ardientes sobre el Caribe, visibles desde Florida y las Bahamas.
Reacciones inmediatas
La Administración Federal de Aviación (FAA) reaccionó rápidamente, suspendiendo temporalmente el tráfico aéreo en aeropuertos clave de Florida, como Miami y Orlando, para evitar riesgos por la caída de restos del cohete. Además, la FAA anunció que supervisará una investigación exhaustiva del incidente y condicionará futuros lanzamientos a la implementación de medidas de seguridad más estrictas.
Un historial de fallos
Este no es el primer contratiempo para el Starship. En enero de 2025, el séptimo vuelo de prueba también terminó en explosión debido a una fuga de oxígeno líquido. Aunque no se reportaron víctimas, los escombros causaron daños materiales, lo que ha incrementado las críticas hacia SpaceX por priorizar la velocidad sobre la seguridad.
Posibles sanciones para SpaceX
La FAA tiene la autoridad para imponer sanciones que van desde multas hasta la suspensión de licencias de lanzamiento. En el pasado, SpaceX enfrentó una multa de 175,000 dólares por un lanzamiento no autorizado, pero la magnitud de este incidente podría llevar a sanciones más severas, incluyendo restricciones en su cronograma de pruebas. Esto podría retrasar aún más el programa Starship, que ya ha costado miles de millones de dólares.
Elon Musk responde
Musk reaccionó al incidente con un mensaje en X: «Los cohetes son difíciles». Aunque refleja la filosofía de SpaceX de aprender a través de la experimentación, esta mentalidad enfrenta una creciente presión pública y política, especialmente considerando que el proyecto depende en parte de fondos federales.
¿Qué sigue para SpaceX?
A pesar de los contratiempos, SpaceX sigue comprometido con el desarrollo del Starship, un cohete clave para las misiones lunares de la NASA y los planes de colonización de Marte de Musk. Sin embargo, la compañía deberá demostrar que puede garantizar la seguridad pública para continuar con sus ambiciosos objetivos.