Por Juan Pablo Ojeda
En la tradicional conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada sobre la reciente orden ejecutiva firmada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el pasado 29 de abril, la cual busca suavizar el impacto de los aranceles sobre la industria automotriz. Aunque la medida representa una ligera moderación, el tema reaviva tensiones comerciales que México no ha dejado de atender desde hace años.
Frente a las cámaras, la mandataria fue tajante: “Obviamente no estamos de acuerdo con la política arancelaria que ha impuesto el presidente Trump, particularmente hacia México”. No obstante, reconoció que el diálogo ha permitido avanzar y mitigar algunos de los efectos más duros para los productores nacionales. “No es hasta donde quisiéramos llegar, pero lo importante es que sigue el diálogo y cada vez hay pasos en el sentido que nos favorece”, añadió.
La presidenta defendió la estrategia de su administración, basada en la comunicación constante con Estados Unidos y los sectores productivos nacionales, especialmente en los rubros automotriz, del acero y del aluminio. “Comparado con el resto del mundo tenemos ventajas competitivas en el mecanismo de aranceles que ha decidido el presidente Trump”, apuntó.
Uno de los puntos clave que destacó Sheinbaum fue el trabajo coordinado entre el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y los empresarios afectados. Según explicó, hay contacto diario con representantes del sector privado para escuchar preocupaciones y buscar esquemas que eviten afectaciones graves. “No hay un día en que no se comuniquen o trabajen personalmente con los empresarios”, aseguró.
Pero más allá de Estados Unidos, la mandataria aprovechó para hablar sobre la necesidad de diversificar los destinos de exportación de México. Señaló que el tratado comercial con la Unión Europea está prácticamente cerrado, y celebró que se haya logrado dejar fuera el capítulo energético, algo que calificó como una victoria para el país.
También reveló que México busca fortalecer sus relaciones con América Latina, particularmente con Brasil. En los próximos días, visitarán México el secretario de Hacienda y el secretario de Comercio brasileños, con el objetivo de identificar áreas donde ambas economías puedan complementarse. La meta no es competir, sino invertir de forma cruzada y exportar productos que no compitan directamente.
Por último, Sheinbaum mencionó que también hay avances en conversaciones con países asiáticos, en una clara señal de que su gobierno está buscando abrir nuevas rutas para el comercio mexicano en un mundo cada vez más complejo y competitivo.
La postura de la presidenta deja en claro que, aunque el entorno global es desafiante, México está apostando por una estrategia de firmeza y diplomacia, en defensa de sus industrias clave. El diálogo sigue siendo el arma más efectiva ante los muros de los aranceles.