Sheinbaum exige verdad en caso Teuchitlán: “Nada debe quedar en la oscuridad”

Por Juan Pablo Ojeda

 

El caso del rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, ha desatado un nuevo episodio de tensión entre los testimonios de las madres buscadoras y el informe oficial de la Fiscalía General de la República (FGR). En medio de esta controversia, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo fue clara en su postura: no se puede permitir que algo quede “en la oscuridad”.

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum respondió a las inquietudes y críticas surgidas tras las declaraciones del fiscal general Alejandro Gertz Manero, quien afirmó que el predio en cuestión era un campo de adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero que no había evidencia de que se usara como un crematorio clandestino. La afirmación provocó indignación, sobre todo entre los colectivos de búsqueda que han trabajado directamente en el terreno.

Sheinbaum explicó que, como cualquier ciudadano, ella se enteró del contenido del informe por la presentación pública del fiscal. Si bien expresó respeto por la autonomía de la FGR, también fue enfática en la necesidad de que se escuche a las madres buscadoras y se revisen a fondo los elementos que ellas señalan como ignorados o mal evaluados. “Lo importante es la verdad siempre, que no haya nada que quede en la oscuridad como si se estuviera tapando algo”, insistió.

La reacción presidencial ocurre en un contexto complejo. El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ha sostenido que en el rancho Izaguirre se encontraron restos óseos calcinados, claramente humanos, y que el Instituto Forense los ha clasificado en el sistema SIAVA, fragmento por fragmento. Según sus cifras, también se hallaron 400 pares de zapatos, lo que sugiere que el sitio podría haber sido un lugar de exterminio, y no solo de entrenamiento.

Desde que se denunció el caso, el 8 de marzo, han aumentado las exigencias de justicia y verdad. Las familias de personas desaparecidas ven en estos sitios evidencias claras del horror que enfrentan día a día, y exigen que las instituciones no minimicen ni distorsionen los hallazgos.

En México hay más de 120 mil personas desaparecidas desde que existen registros formales, y el caso Teuchitlán se ha vuelto un símbolo de lo que muchos consideran omisiones institucionales graves. Para Sheinbaum, recién llegada a la presidencia y en medio de una crisis humanitaria silenciosa, este caso representa una prueba clave: cómo responderá su gobierno ante las voces que piden memoria, justicia y verdad.

Por ahora, el mensaje es contundente: “Nada debe quedar en la oscuridad”. Pero la verdad —como saben bien las madres buscadoras— no siempre sale a la luz sin lucha.

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